Heidegger y la cibernética

Éste es uno de muchos posts donde hablo desde la ignorancia. Hoy tuve la interesante oportunidad de escuchar a Salomón Lerner hablando y aclarando algunas dudas sobre Heidegger, invitado para mi clase de Filosofía Contemporánea, justo cuando estamos terminando el capítulo sobre Heidegger. Se trata de uno de los pensadores más oscuros y crípticos del siglo pasado (y polémico, por sus vínculos aún no totalmente esclarecidos con el partido Nacionalsocialista alemán entre 1933 y 1945), pero también uno de los más sugerentes e innovadores.

No puedo decir que sepa mucho de él, y menos aún, que lo entienda, pero sólo quería reunir algunas nociones básicas sobre el vínculo entre Heidegger y la crítica a la técnica y la tecnología, en la figura de la cibernética. Esto a partir de un texto suyo que leí recientemente, El final de la filosofía y la tarea del pensar, donde repetidamente ataca a la cibernética como la consumación del pensamiento técnico de la modernidad, la burocratización y tecnificación del pensamiento convertido en herramienta calculante a través de la cual se consolida el «olvido del ser».

Sin lugar a dudas, hay muchos elementos muy sugerentes en la crítica heideggeriana a la técnica. Además, cabe resaltar, como señaló adecuadamente hoy el Dr. Lerner, que no se trata de que Heidegger esté abogando porque abandonemos la técnica y sus conquistas y nos entreguemos a una suerte de primitivismo pastoral. A lo que apunta es a reclamar una forma más profunda de pensamiento que vaya más allá del mero cálculo de medios para un fin, hacia una forma contemplativa que busque el ser que se esconde detrás de los entes. O algo así, como digo, no es terriblemente claro. Y sí, sin lugar a dudas considero que debe formularse con todo derecho una crítica a la técnica, como una preocupación legítima (antes de que destruyamos el planeta), pero creo que mi problema es principalmente que esgrimir como argumento principal que hemos «olvidado al ser» probablemente no sea la mejor vía.

Porque, además, también es pertinente hacer una reivindicación de la técnica, o una evaluación positiva de las posibilidades que nos ha brindado. Cabe la pregunta por si el iPod es la consagración máxima de la metafísica occidental (en el sentido negativo) y el fin de la filosofía, o si podemos verlo de otra manera, y es parte de la extensión del «cuerpo inorgánico del hombre», como señalaba Marx sobre la naturaleza. Hacemos más cosas y llegamos más lejos, descubrimos ámbitos totalmente nuevos de problemas también, y quizás no por eso somos menos metafísicos o menos filosóficos, sino sólo… diferentes.

No puedo dar una evaluación porque no conozco por completo la comprensión heideggeriana de la técnica, sino sólo estas primeras impresiones. Pero otra cosa que rescato de lo que dijo el Dr. Lerner, es que innegablemente, por mucho que él no lo quisiera, hay en el pensamiento heideggeriano una cuestión valorativa acerca de cómo es mejor la vida del hombre, aunque se encuentre en el trasfondo. De manera similar a como Aristóteles consideraba en la Ética a Nicómaco que la vida contemplativa era superior a la vida activa, Heidegger considera como más digna de ser vivida la vida en contemplación del ser que la vida en manipulación de los entes. El hombre como pastor del ser, como lugarteniente de la nada. No lo sé, estoy seguro que es más complejo que esto, pero por lo pronto siento que algo me falta (quizás «entregarme al misterio»).

3 comentarios sobre “Heidegger y la cibernética

  1. Acabo de leer el texto nombrado de Heidegger y tuve como primera impresión consideraciones similares a las tuyas. Sin embargo quería aclarar que la acusación de Heidegger es contra la disciplina denominada «cibernetica», que desarrolló técnicas computacionales para el control social. Lo que no aclara Heidegger es que en ese momento se encontraban en disputa las escuelas rusas y americanas, algo inquietante para todo marxista (como yo, jaja). Creo que el problema mas que en relación a las extensiones físicas, como el Ipod (temita que desarrolla las sociosemiotica) puede pensarse en relación a las extensiones lógicas del hombre, los programas computacionales.
    Walter Zaboiski. Rosario, Argentina.

  2. Ya que estamos.. Buenas, es cierto que hay en Heidegger ( y en cualquier pensador que marca, que designa sentido) una valoración de lo que nos corresponde. Se manifiesta acerca de lo bueno, lo malo y la cotidianeidad como expresión sintética. Enuncia un discurso que habla a una fracción de quienes estamos en la existencia presente; nos brinda palabras. Así, ese bigotón nos presenta «el olvido del ser» como la relación costo-oportunidad del SXXI. En el cual (mayoritariamente, como organismo global) disponemos la vida (espacio/tiempo) a la producción de un saber que brinde datos de los entes ( incluso nosotros como humanware) para automatizar el pensamiento lógico y racional ( en sentido lato) hacia un devenir posible, apropiable, «disfrutable». Más comodidades y facilidades para producir más. Las «metas» de la vida tal vez encuentren en su trama más profunda los mismos temas ( soledad, miedo, amor, alegría, el etc..), pero el escenario de representación de nuestro personaje es distinto, «diferente» (citándote), ahora hay Ipod, y la contemplación hizo su metamorfosis en maratones de Netflix; en un » apagar la cabeza» para paliar tanta rosca… Esto me recuerda un poco al microrelato de Borges «La trama»…
    Abrazos virtuales!

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