Discurso de Mario Vargas Llosa ante la academia sueca

Hace unos minutos Mario Vargas Llosa terminó de dar su discurso como ganador del premio Nobel de Literatura en Estocolmo. El discurso es espectacular como pieza literaria o como testimonio político, y aunque MVLL es alguien con quien no suelo estar de acuerdo en muchas cosas, nada le quita mérito literario o el debido reconocimiento a su consecuencia política y liberal.

Aunque los recomiendo verlo en video (que pronto estará disponible en el sitio web del Premio Nobel), pueden encontrar también la versión en texto que leyó. El discurso cierra con este pasaje:

De la caverna al rascacielos, del garrote a las armas de destrucción masiva, de la
vida tautológica de la tribu a la era de la globalización, las ficciones de la literatura han
multiplicado las experiencias humanas, impidiendo que hombres y mujeres
sucumbamos al letargo, al ensimismamiento, a la resignación. Nada ha sembrado tanto
la inquietud, removido tanto la imaginación y los deseos, como esa vida de mentiras que
añadimos a la que tenemos gracias a la literatura para protagonizar las grandes
aventuras, las grandes pasiones, que la vida verdadera nunca nos dará. Las mentiras de
la literatura se vuelven verdades a través de nosotros, los lectores transformados,
contaminados de anhelos y, por culpa de la ficción, en permanente entredicho con la
mediocre realidad. Hechicería que, al ilusionarnos con tener lo que no tenemos, ser lo
que no somos, acceder a esa imposible existencia donde, como dioses paganos, nos
sentimos terrenales y eternos a la vez, la literatura introduce en nuestros espíritus la
inconformidad y la rebeldía, que están detrás de todas las hazañas que han contribuido a
disminuir la violencia en las relaciones humanas. A disminuir la violencia, no a acabar
con ella. Porque la nuestra será siempre, por fortuna, una historia inconclusa. Por eso
tenemos que seguir soñando, leyendo y escribiendo, la más eficaz manera que hayamos
encontrado de aliviar nuestra condición perecedera, de derrotar a la carcoma del tiempo
y de convertir en posible lo imposible.

Imperdible, tienen que verlo.

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